¿Qué es el Aprendizaje-Servicio?
El Aprendizaje-Servicio (ApS) es una práctica educativa de carácter experiencial que combina:
APRENDIZAJE: desarrollo de competencias específicas de la titulación universitaria que cursan los y las estudiantes, tanto a nivel de conocimientos, como de habilidades y actitudes.
SERVICIO: los estudiantes tienen una experiencia directa de las necesidades del entorno social o ambiental y actúan con el objetivo de mejorarlo, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas
Va más allá del voluntariado y de las prácticas académicas
combinando los objetivos y los beneficios de ambos.
Es una poderosa herramienta de aprendizaje y de transformación social, que responde al objetivo último de la educación: formar personas competentes capaces de transformar la sociedad.
Las actividades de ApS pueden orientarse a metas definidas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que se estructuran en los tres pilares del desarrollo sostenible: social, ambiental y económico.
Algunos de los campos específicos de aplicación son los siguientes: empoderamiento de personas y colectivos con necesidades especiales, promoción de la salud, apoyo a la educación, inclusión social, participación ciudadana, cooperación internacional, derechos humanos, cultura y patrimonio, etc.
Componentes clave:
Tomando como referencia a diversos autores podemos identificar algunos componentes clave para que una experiencia de ApS sea exitosa:
OBJETIVOS ACADÉMICOS: la experiencia ApS ha de promover la adquisición y la aplicación de conocimientos y habilidades propios de la titulación cursada y sus asignaturas.
REFLEXIÓN: la experiencia ApS ha de promover el análisis crítico de los problemas y necesidades sociales a través de un contacto directo con las mismas. Además, ha de evaluar los resultados e impactos de las acciones desarrolladas y/o de las soluciones propuestas.
PARTICIPACIÓN: la experiencia ApS ha de promover un ambiente de trabajo colaborativo, en donde estudiantes, profesorado y comunidad se implican para generar soluciones creativas con un fin social común; quien recibe el servicio (persona, grupo, comunidad,…) es un elemento central que participa en el proceso y no un simple receptor de los beneficios del mismo.
CONCIENCIA CÍVICA: la experiencia ApS ha de promover en el alumnado y el profesorado una actitud proactiva para contribuir a mejorar la sociedad en que vivimos.
Beneficios:
Para la comunidad: mejora las condiciones de vida de las personas, refuerza el sentimiento de pertenencia de sus miembros y estimula la participación ciudadana.
Para los estudiantes: Está demostrado que el ApS mejora las competencias para aplicar los conocimientos a situaciones reales, de pensamiento crítico, de creatividad, las habilidades sociales, la autoestima, así como la motivación y el propio rendimiento académico. Además refuerza los vínculos con la propia universidad y su entorno social.
Para el profesorado: concreta y facilita el trabajo y evaluación de competencias genéricas; promueve un cambio de rol en la actividad docente, una relación más cercana con el alumnado y con las materias académicas, abriendo nuevos campos de aplicación; incrementa la motivación y la satisfacción con la actividad docente.
Para la Universidad: permite desarrollar la tercera misión (transmisión y difusión del conocimiento y compromiso social), integrándola con su misión docente e investigadora, y potenciando los vínculos con su entorno social, así como alinear las estrategias de la Institución con los ODS.
Para las organizaciones sociales: difunde sus valores y las causas que promueven y refuerza su acción transformadora.
Para los financiadores: ofrece oportunidades de concretar sus estrategias de responsabilidad social así como de establecer nuevos lazos con la comunidad académica y otros sectores sociales.
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